miércoles, 28 de marzo de 2012

Ese mar




Cuál rumbo lleva el agua siendo mar;
yo lo miro regreso de partida,
el antes y después, como si ojos
vaciaran sus espejos en la cuenca
donde el pez es metáfora.

Un león en la palma de la tierra
engatillando furias que mistifica el hombre
aunque al hombre le faltan dimensiones
para medir tal verbo.

Tantos días vagué sobre su lomo
con mi silencio a cuestas, y me cupo
toda su sal en una lágrima
que lloro todavía.

Iba a hablar de los mares, pero digo
asuntos diminutos, digo sed,
humedad que no sacia la memoria
del agua que me erige en carne y hueso.

Me falta algún naufragio,
tal vez muchos naufragios donde halle
mi cuerpo sin orillas: La palabra
sin cauce que mutile.

Pastor Aguiar

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