Cuál
rumbo lleva el agua siendo mar;
yo
lo miro regreso de partida,
el
antes y después, como si ojos
vaciaran
sus espejos en la cuenca
donde
el pez es metáfora.
Un
león en la palma de la tierra
engatillando
furias que mistifica el hombre
aunque
al hombre le faltan dimensiones
para
medir tal verbo.
Tantos
días vagué sobre su lomo
con
mi silencio a cuestas, y me cupo
toda
su sal en una lágrima
que
lloro todavía.
Iba
a hablar de los mares, pero digo
asuntos
diminutos, digo sed,
humedad
que no sacia la memoria
del
agua que me erige en carne y hueso.
Me
falta algún naufragio,
tal
vez muchos naufragios donde halle
mi
cuerpo sin orillas: La palabra
sin
cauce que mutile.
Ya
seremos lo mismo como siempre
demuestra
la ceniza.
Pastor
Aguiar
Navegué entre tus versos y me conmovió nuevamente la Poesía y me acercó más a la vida y me llenó de sillencios y me colmó de universos que fuiste construyentdo con tus letras. Agradecido por ello
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